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PROFR. ÉDGAR QUIRINO REYES NICOLÁS
Aprender historia va más allá proceso de recordar fechas, nombres, lugares, es una herramienta que nos permite examinar nuestro pasado para poder enfrentar nuestro presente y futuro.
Cuando estudiamos historia estamos haciendo un recuento, que no debe quedar en una remembranza sino debe ser parte aguas que conduzca a la planeación y el ejercicio de las acciones que debemos realizar para vivir en armonía con nuestros semejantes y nuestro entorno.
En la escuela primaria, el estudio formal de la historia en muchos casos se limita al desarrollo de actividades rutinarias y tediosas como la resolución de cuestionarios, el resumen o síntesis. Actividades que se han venido presentando desde varias décadas en nuestro desempeño docente y que han marcado de manera significativa a gran parte de la población mexicana.
Los resultados están a la vista de todos, es común ubicar personajes en distintas épocas o sucesos en periodos erróneos. Desconocemos, inclusive, los nombres de los personajes que aparecen en los billetes que diariamente ocupamos. La Evaluación Escolar del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE), expuso el bajo nivel en cuanto a la asignatura de Historia que nacional, estatal y en cada centro escolar se tiene.
Siendo la Historia una herramienta básica, como lo mencioné al principio, para el mejoramiento, entre otros, de nuestra convivencia social, ¿qué es entonces lo hace falta hacer? Cada centro cuenta con poco material didáctico para abordar el tema, pero no sólo es cuestión de material sino de métodos, estrategias, que hagan lúdico y entretenido lo tedioso.
Considero que el aprendizaje de la historia debe empezar por una sensibilización del alumno hacia la asignatura, es decir, cambiar el concepto de una historia “muerta” a una historia “viva” en la que sus ecos causan gran impacto en nuestra vida diaria.
De igual manera, vincular esta asignatura con las del resto del currículum, permite abordar la historia desde un punto de vista del español, de ciencias naturales e incluso desde un punto de vista matemático. Las dramatizaciones, la realización de cómics o historietas, líneas del tiempo. Una buena asignatura para apoyarse es educación artística pues se logra una historia vivenciada al realizar las actividades anteriores, así como el modelado en diferentes materiales, pintura, etcétera.
“Nadie enseña lo que no sabe” se cuenta popularmente y es cierto si no tenemos el dominio de los contenidos de historia, no podemos, aunque se tengan la mejor preparación metodológica propiciar el aprendizaje en el pupilo. Para cumplir el propósito de la asignatura tratada, debe existir un compromiso por parte del docente, de lo contrario sólo se trabajaría sin una meta definida.
Muy bien tu percepción de la Historia!
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